Esta frase de Plutarco nos recuerda la importancia de la humildad aun cuando se trata de felicidad.
Normalmente, yo pensaría que la felicidad es contagiosa y entre más personas contagies con tú vibra mejor, lo cual tiene sentido si hablamos de esparcir motivación y positividad.
Pero esto en muchas ocasiones cuando las personas no lo están pasando nada bien, puede también provocar más tristeza o algo peor, la envidia, esta energía que consume desde lo más profundo hacia afuera como un cáncer, nace de un sentimiento de inferioridad que desgraciadamente afecta a muchas personas.
Por eso si eres feliz o si tienes algo por lo que celebrar, sé modesto si estás con personas que no gozan del mismo privilegio y sé sabio en cuanto a presumir de tus logros y de tu felicidad. Es cierto que no se puede ir por la vida con miedo de lastimar los corazones todo el tiempo, pero se puede hacer uso de la sabiduría y la inteligencia social para calibrar los momentos y actuar acorde.
Muchas gracias por pasar y que tengas un buen día.
Lee las reflexiones de los días anteriores.
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