
El alma que nunca muere y que viaja por la eternidad se lleva consigo solo la cultura y la educación con la que fue nutrida por el cuerpo que la hospedó por su breve paso por la vida.
En esto podemos argumentar en muchas direcciones, pero por el momento tomamos las idea de los filósofos de la era clásica, los cuales se inspiraron en las ideas más antiguas como las del Rey Salomón y los babilonios. Ellos coincidieron que lo único que nunca muere es el alma y que la mejor forma de preparar el alma para su viaje por la eternidad es hacer cosas en el lado positivo de la vida, lo que significa luchar por poner en práctica las virtudes, vivir bien y ser bueno con todo lo que nos rodea.
En cuanto a lo que pasa con el alma en su viaje después de la muerte, sabemos muy poco, lo que sí es seguro es la paz con la que se atraviesa la puerta de la muerte cuando la vida ha sido vivida buscando la verdad y constantemente buscando ser bueno.
En cambio, cuando se es cruel, el alma que es lo más sagrado sufre tal degradación que provoca en su portador una incapacidad para vivir y morir en paz. Esto lo he observado tanto en mi mismo como en mis antepasados.
Es entonces asunto de mucha importancia en esta vida, aspirar a ser más amable, día con día, siempre teniendo en cuenta también la importancia del balance, para eso amig@ mi@ está la sabiduría para saber qué hacer en cada situación, para discernir entre lo bueno y lo malo y sobrellevar la vida con más gracias, con más amor y con más felicidad.
Gracias por pasar, que tengas un buen día.